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El modelo Shell y el pleito bumerán

Una sola frase constituyó la pifia más monumental que se recuerda en el mundo de los grandes litigios corporativos internacionales:

 “Me estoy hartando de mentir sobre la extensión de nuestras reservas”, escribió en un mal día de noviembre de 2003 Walter van der Vijver, responsable de producción de la petrolera Shell, en un correo electrónico dirigido al presidente de la compañía. El mensaje salió a la luz en una investigación interna que desencadenó un escándalo de colosales proporciones, obligó a la multinacional a recortar en más de un 20% sus reservas declaradas de petróleo, más de cuatro millones de barriles, y originó una lluvia de demandas de los accionistas defraudados a los dos lados el Atlántico.

La hecatombe corporativa sirvió de forja para una modalidad de litigio internacional, una sofisticada muestra de ingeniería jurídica: el llamado ‘modelo Shell’ de acción de clase internacional que consiste en lo siguiente.

Los abogados de los accionistas europeos de Shell se unieron a una demanda colectiva entablada en los tribunales de EE.UU., reclamando una indemnización por daños punitivos, típicamente estadounidense. Al mismo tiempo, interpusieron una acción en los Países Bajos, uno de las pocas jurisdicciones europeas en las que cabe presentar demandas de clase cuyos efectos alcancen a una pluralidad indeterminada de perjudicados, aunque no participen en el pleito. Finalmente consiguieron llegar a un arreglo extrajudicial en Holanda.

Es decir, aprovecharon todas las ventajas de litigar en Estados Unidos, sin riesgo de condena en costas (allí no existen),  reclamando agresivamente sanciones punitivas gigamillonarias en juicios con jurado. Esto les sirvió para presionar a la petrolera demandada y, solventar luego el asunto amistosamente en campo propio, como así ocurrió. La ejecución de la transacción extrajudicial, y el pago de la sustanciosa indemnización, corrió a cargo de la más sosegada jurisdicción holandesa. Todo un pleito-bumerán con itinerario trasatlántico.

El experto Michael Goldhaber se pregunta atinadamente en este artículo si Ámsterdam podría convertirse en la capital europea de las demandas colectivas.



Por javier muñoz, 14 February 2008
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Comentarios

Muy interesante post, Javier, desconocía el caso y esa ingeniería jurídica procesal. Sorprende lo asentada que está en EE.UU. la cultura del "class action" mientras que en Europa apenas vemos estas posibilidades de recibir un buen dinero sin tener que esperar a que te toque la lotería. Puede que Holanda sea la puerta de entrada.

Un saludo

1 | Enviado por Andy Ramos el February 14, 2008 a las 11:35 PM
Ojo Andy, que aquí tenemos también el artículo 11 de la Ley de Enjuiciamiento civil, a mi modo de ver bastante infrautilizado. Por no hablar del nuevo, y americanísimo, art. 11 bis....

2 | Enviado por javier muñoz el February 15, 2008 a las 8:55 AM
Sí, claro, precisamente por eso, nos falta la cultura de la acción de clase, tanto a los consumidores y usuarios como a los jueces, aunque dudo mucho que en España se concediesen indemnizaciones como las que vemos en los juicios americanos. Ya sabemos que EE.UU. es exagerado tanto para lo bueno como para lo malo.

Estoy de acuerdo con que el art. 11 LEC está infrautilizado, precisamente lo estábamos comentando varios amigos/compañeros el otro día.

Saludos...

3 | Enviado por Andy Ramos el February 18, 2008 a las 2:35 PM
Cuando dice Andy Romero que nos falta cultura de la accion de clase. Yo me preguntaría antes si existe la conciencia de clase en España. Y además hay un pensamiento muy hispano que es el de "que cada palo aguante su vela".
El otro dia publicaba un diario que que el sindicalista Camacho había dicho que las centrales sindicales no habían sabido unir a la clase obrera. Sin darse cuenta de que pocos son en España los que quieren ser identificados como "clase obrera". Prefieren creerse clase media baja, eufemismo muy curioso.
En cualquier otro medio casi todo hispano (de España), aspira a ser mas de lo que verdaderamente es. Y normalmente así lo va demostrando por su vida. Vanitas vanitatum
Solo los que se sienten al borde del abismo suelen ser conscientes de su equívoco.Normalmente ya demasiado tarde.
En cuanto al tema Judicial y sobre todo de la judicatura considero que estamos en una situación totalmente kafquiana.
Un Sr. Jues, que ha sacado una oposición hace ya algún
tiempo , tiene que emitir uno o varios fallos basándose normalmente en cientos o miles de folios escritos por terceros sobre temas que apenas si ha oido en su tribunal. En donde por cierto, actuan como les da la gana.
Puedo afirmar que hace poco llevando yo la representación legal de mas de un centenar de personas me fué negado por el Juez de 1ª Instancia el derecho a hablar en nombre de mis representados. Inaudito pero cierto. Veritas veritatis

4 | Enviado por Jose Bleda Soto el March 31, 2008 a las 4:29 PM

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